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viernes, 12 de octubre de 2012

ASÍ CONSIGUE FINLANDIA SER EL NÚMERO 1 DE LA EDUCACIÓN EN EUROPA



ASÍ CONSIGUE FINLANDIA SER EL NÚMERO 1 DE LA EDUCACIÓN EN EUROPA 


Los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo. No lo predice ninguna bola de cristal, lo auguran datos objetivos. Desde que la OCDE comenzara en el año 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha acaparado los primeros puestos del podio en Europa por su excelente nivel educativo.
Un 8% de los alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios, frente a un 30% de españoles.

Fuente: Ministerio de educación y cultura de Finlandia. 
Apenas un 8% de los alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios, frente a un 30% de españoles que no acaban el Bachillerato. A los 4 y 5 años menos de la mitad de los niños finlandeses acuden a guarderías y no empiezan el colegio hasta los 7 años. Dos años después, sus puntuaciones son mejores que el resto de los países estudiados por la OCDE.
Finlandia, sociedad modelo 

Sus logros son excepcionales y rompen varios mitos. En primer lugar, el mito de que la calidad y la igualdad son incompatibles. Finlandia demuestra exactamente lo contrario: se aprende más cuanto mayor énfasis se pone en la igualdad. Por ejemplo, Finlandia no separa a los alumnos según rendimientos en aulas o escuelas especiales. La diversidad es condición de mayor complejidad en los aprendizajes. 
El otro mito que derrumba Finlandia es el de las reformas pro mercado como atajos hacia la calidad. Finlandia evitó que las pruebas de calidad sean públicas, para que no haya rankings de escuelas y competencia entre ellas; no aplicó sistemas de incentivos de pago por resultados, evaluación externa de los docentes, o flexibilización laboral. Más aún, casi todo el sistema educativo finlandés es público y gratuito; las escuelas privadas son escasas. 
En cambio, sus logros se basan en prestigiar la docencia. Sus docentes tienen una formación universitaria de seis años (que incluye una maestría) y se trata de la profesión más buscada del país, aun sin tener sueldos excepcionales. Alcanzar el título de docente es un logro que muestra una extrema disposición de compromiso y capacidad, por eso es tan prestigiosa su función social. Esos docentes con amplia formación tienen una inmensa autonomía: definen buena parte del currículum, eligen los libros de texto para sus alumnos y tienen plena capacidad (y recursos) para organizar la enseñanza. Tan es así que Finlandia decidió eliminar el sistema de inspección escolar, ya que resultaba innecesario con tan buena calidad docente.
Otro pilar educativo finlandés es la noción de justicia. El sistema se apoya en la idea central de que cada escuela es responsable de evitar el fracaso. El mayor énfasis lo ponen en primer grado, donde hay mucho apoyo individualizado. La repitencia es un fenómeno desconocido, todos logran los aprendizajes fundamentales. 
Al conocer personalmente el sistema educativo finlandés en un viaje reciente, estas políticas me causaron un gran impacto. Pero nada se comprende sin añadir el contexto. 
Socialmente se trata de un país excepcional, donde prima en la gente el valor de la igualdad. Se pagan con orgullo muchos impuestos y no existen desigualdades importantes: Finlandia es una sociedad extraordinariamente justa. 
Durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad. Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones.
La educación gratuita desde preescolar hasta la universidad incluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar aunque si alguien lo pierde está obligado a pagárselo. La jornada escolar suele comenzar sobre las 8,30-9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12-12,30 horas. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos. ¿Cómo consiguen mejores resultados en menos tiempo?
En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana.
El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines...). Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada. Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio.
Informe PISA 2010, EL PAÍS
En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana, para quien este estímulo de la lectura en casa resulta fundamental. El sistema social finlandés contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias, que pueden conciliar su trabajo y la atención a sus hijos.
Existe una herencia cultural luterana basada en la responsabilidad que fomenta la disciplina y el esfuerzo, a la que también acompaña una climatología que empuja a encerrarse en casa, pero estos factores también están presentes en otros países vecinos, como Suecia o Dinamarca, que disfrutan de mayor nivel económico y sin embargo figuran varios puestos por debajo en PISA. 

Sus maestros, los mejores


La diferencia radica en la elevada calificación académica del profesorado en Finlandia, principalmente en educación primaria. Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales del país.
Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes. Se considera que hacia los 7 años el alumno se encuentra en la fase más manejable y es cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que le estructurarán toda la vida. 
Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida y se requiere además una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado...). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. Son las pruebas más duras de todo el país. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas.
No es de extrañar que los profesores estén muy bien considerados socialmente en Finlandia. Es un honor nacional ser maestro de Primaria, aseguró el pasado 25 de septiembre en Madrid Jari Lavonen, director del Departamento de Formación al Profesorado de la Universidad de Helsinki.
Harri Skog, secretario de Estado de Educación de Finlandia desde 2006, resumía en una frase la importancia de este proceso: «La educación es la llave para el desarrollo de un país». Por eso el país nórdico dedica del 11 al 12% de los presupuestos del estado y los ayuntamientos a financiar este modelo de educación. Es una política inteligente que les está dando fruto, sin las presiones de Corea o Japón, otros países destacados en PISA.

Fuente: ABC - http://www.abc.es/20121008/familia-educacion/abci-consigue-finlandia-numero-educacion-201210011102.html

1 comentario:

  1. Me gustaría hacer un pequeño apunte. Aunque en Finlandia la diversidad dentro del aula sea total, intentan respetar los ritmos de cada alumno/a. Esto es, diversidad dentro del grupo pero ritmos individuales diferentes, con lo que consiguen una buena cohesión grupal y un desarrollo mayor de las potencialidades de cada alumno/a.

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